Sean Kilpatrick, escolta de Casademont Zaragoza, firmó este sábado frente a Breogán su mejor partido desde que llegó a la capital aragonesa. Anotó 23 puntos y fue el mejor del equipo. El norteamericano repasaba esta mañana la situación del vestuario y cómo se encuentra a nivel personal.
Un jugador que vino para ser importante, al que le estaba costando mostrar su mejor versión. Kilpatrick confiesa que “no es fácil” adaptarse cuando vienes de otra liga y tienes que adaptarte a otros roles y otra liga. En este proceso, asegura, ha sido importante la confianza del entrenador y de los compañeros.
Además, reconoce que quiere seguir trabajando, haciendo lo que sabe para ayudar al equipo, y sobre todo quiere seguir siendo quien es. Aun así, Kilpatrick dice que tienen “un grupo muy talentoso” y seguro que en otros partidos será algún compañero el que se encargue de anotar.
Sobre la próxima cita, el domingo frente a Bilbao Basket, el escolta afirma que Casademont lo afronta como los partidos de las últimas tres semanas: “En este punto de nuestra temporada todos los partidos son importantes”. Son conscientes de que no se pueden relajar. “El equipo tiene hambre de ganar”, continuaba el estadounidense. Todos comparten la mentalidad de que todavía no se ha conseguido nada.
Ganar este domingo sería un paso muy importante para conseguir la salvación, pero Kilpatrick no hace cuentas: “Nos enfocamos en lo que podemos controlar”, incide. Solo tienen en mente el próximo partido, y lo que pase, ya se verá.
