Casademont Zaragoza cayó derrotado ante Baskonia por 80-85 en un encuentro en el que no dejó de luchar hasta la última posesión. Tras este tropiezo, los rojillos se colocan antepenúltimos con un balance de 1 victoria y 4 derrotas. Este miércoles, el club se desplaza hasta Brindisi para comenzar la fase de grupos de la FIBA Europe Cup.
En la previa del encuentro, Fisac explicaba que para competir contra Baskonia era necesario jugar “muy rápido y con ritmo”, y así era como saltaban a cancha sus pupilos. A esta intensidad se le sumaba el acierto de Okafor, que parecía haber vuelto tras dos partidos “tocado”. Todo ello hacía que Casademont cogiese las priemeras ventajas del encuentro. Sin embargo, los vitorianos poco a poco, se desperezaban y a golpe de calidad individual cerraban el primer acto por encima (23-24).
Tras los buenos 10 primeros minutos, los aragoneses rebajaron su energía… Y ya se sabe que contra estos equipos no se puede permitir ni un fallo. En un abrir y cerrar de ojos los visitantes se colocaron 10 puntos arriba. La espesura ofensiva de Casademont afloraba otro partido más, y únicamente se conseguía sumar gracias a acciones individuales de Smith. Aún así, se llegaba al descanso con 34-45 en el marcador. Para meterse nuevamente en el encuentro, había que ponerse el mono de trabajo.
La vuelta de vestuarios trajo consigo la peor versión de los locales, que se veían superados por la intensidad vasca acción tras acción. Kotsar y Marinkovic no hacían prisioneros, llegando a una diferencia de 17 puntos (44-61). El partido parecía roto y sin opción de remontada. Sin embargo, una vez más, los maños sacaron la rasmia y encadenaron un par de jugadas que los metían de nuevo en el partido. La Marea Roja comenzaba a creer en otra noche histórica en el Príncipe Felipe.
Los últimos 10 minutos fueron un carrusel de emociones. A 7 del final, una canasta de Okafor colocaba a los suyos por delante, culminando un parcial de 18-2. En el peor momento de los de Peñarroya, apareció la calidad individual de Miller-McIntyre y Marinkovic, que los ponían de nuevo al mando. Los locales no bajaron los brazos y siguieron remando a contracorriente, de tal forma que a menos de 30 segundos tuvieron balón para empatar, pero Bell-Haynes erró.
Pese a que es una derrota más, los últimos 15 minutos de partido muestran que el equipo está muy capacitado para poner en apuros a cualquiera. Con rasmia y actitud se remontaron 17 puntos y se estuvo a punto de derrotar a otro gigante de la competición. El objetivo ahora pasa por ser más regulares y que los momentos “malos” no castiguen tanto al equipo. El mejor del encuentro fue Smith, con 22 tantos y 6 rebotes.
