El Real Zaragoza no saca provecho de su buena dinámica fuera de casa contra el penúltimo clasificado de Segunda División (1-1). Todo, después de que los maños abrieran el marcador tras un error defensivo de la SD Amorebieta, teniendo a Álvaro Giménez como su autor. El delantero blanquillo sumó su cuarta diana, convirtiéndose en el máximo goleador de la plantilla junto a Valentín Vada. Lejos de achantarse, el equipo local mostró capacidad de reacción pocos minutos después del revés aragonés. Iker Seguín devolvió las tablas iniciales y no se movieron en lo que quedaba de partido. En la segunda parte, los urdinak se quedaron con un jugador menos en la parcela ofensiva, tras ver Iñigo Orozko la tarjeta roja. Lo que parecía una oportunidad para el Real Zaragoza, se tradujo en cero disparos a puerta en los últimos 45′ minutos. Los zaragocistas no encontraron la forma de hacer daño al contrario, mucho menos con unos cambios que llegaron tarde y no dieron resultado.
De nuevo, el rival volvió a someter al conjunto aragonés. El Real Zaragoza volvió a jugar a lo que quiso el contrario. En el primer acto, disputaron el encuentro de tú a tú a través del juego directo que no favorecía a los de JIM. Mientras que en la segunda parte, el Amorebieta los neutralizó con parones que no permitían crear circulaciones del balón con cierta fluidez. Una estrategia, que, cada vez se vuelve más habitual jornada tras jornada. La cita concluyó con un Amorebieta que no sintió el miedo en su área, pese a la inferioridad numérica; y con un Real Zaragoza que no supo leer las distintas fases que marcaba el partido. Ahora, para cerrar el año, a los blanquillos les queda por superar el Everest en liga: Éibar, Almería y Tenerife.